jueves, 23 de junio de 2016

Por qué reservas probadas de petróleo de esquisto se convirtieron en no probadas repentinamente


La corporación Ultra Petroleum era un símbolo de éxito en la industria del esquisto: pasó de vender acciones por debajo del dólar a tener un valor de cerca de 15000 millones de dólares en 2012. Pero más tarde llegó el fracaso y casi la mitad de sus reservas fue eliminada de los libros contables, declarándose en quiebra el 29 de abril con una deuda de 3900 millones de dólares.

El de Ultra no es un caso aislado. La industria petrolera y gasífera del esquisto se encuentra ante una desaparición contínua de reservas probadas, que constituyen uno de los mejores indicadores de la capacidad de una empresa para compensar a sus accionistas y pagar sus deudas. Este año, 59 compañías de petróleo y gas de EEUU eliminaron lo que equivaldría a 9200 millones de barriles, más del 20 % de sus inventarios, según datos recogidos por el medio Bloomberg. Esta es la cantidad más elevada desde 2009, cuando la agencia del gobierno que regula la industria de los valores, la Securities and Exchange Commission, modificó una ley para facilitar la concesión de pozos que no fueron perforados en años.

Un mayor esfuerzo

 
Periódicamente, la agencia solicita a las compañías información sobre sus reservas. Ahora, además, investiga si existen presupuestos inflados.
"Las reservas representan una parte considerable del valor de estas compañías, por lo que esta es una cuestión muy importante", afirmó David Woodcock, socio de Jones Day en Dallas y ex director regional de la agencia en Texas de 2011 a 2015. "Están siguiendo más de cerca de qué forma solicitan las reservas estas compañías, cómo evalúan su calidad y cuáles son realmente sus intenciones. No aceptan respuestas estándar".

Las compañías perforadoras afrontan presiones para mantener las reservas en aumento. Para muchas de ellas, el monto de su línea de crédito está estrechamente vinculado con la medida Los inversores quieren ver que una compañía tiene la capacidad de reemplazar el petróleo y el gas que ya fueron extraídos y vendidos.

Encontrar más
 
Existen dos maneras de aumentar las reservas: comprándolas o encontrándolas. El fracking ha facilitado lo segundo y la industria hizo lobby frente a la agencia reguladora para catalogar más áreas sin explotar como reservas probadas, argumentando que se preveían prospecciones de esquisto en amplias extensiones de terreno.

La agencia aceptó con dos limitaciones. La primera, que la perforación de los pozos debe ser rentable a un precio fijado por los baremos de la propia agencia. Debido a esto, las compañías gozaron de un indulto temporal en 2014, ya que lo que se establecía era 95 $ el barril, a pesar de que el crudo había caído por debajo de los 50 $ cuando se publicaron los resultados a principios de 2015. Sin embargo, esta ventaja desapareció. Cuando las compañías publicaron las reservas de 2015 este año, el precio fijado por la agencia era de 50 $. Los pozos que se esfumaron este año se podrían volver a tener en cuenta si suben los precios.

La segunda limitación es que los pozos sin explotar deben ser perforados en un plazo de cinco años tras registrarse en los libros de la compañía. Este plan de cinco años no debe ser unicamente ilusorio. "El mero intento de explotar, por sí solo, no constituye la 'adopción' de un plan de explotación", explicaba la agencia en 2009.

A pesar de estas limitaciones, las reservas se dispararon un 67 % en los cinco años posteriores al cambio de la normativa, según 53 compañías que conservan los archivos de ese período. De este modo, casi la mitad de los beneficios provinieron de pozos que sólo existían en papel.

Ajustar Presupuestos
 
Al finalizar 2014, las propiedades sin explotar representaban un 39 % de las reservas probadas de petróleo y gas, más que el 33 % de finales de 2009, un aumento de casi 8000 millones de barriles.

En la primera carta que envió a Ultra, en Julio de 2014, la agencia reguladora dijo que la compañía necesitaría 13 años para llevar a cabo las perforaciones pendientes. Unos dos meses más tarde, Ultra llegó a acumular 850000 millones de deuda. Estas cartas aún no se habían hecho públicas. En los 19 meses posteriores, la agencia solicitó a la compañía que revisase sus presupuestos en dos ocasiones

Precios a la baja
 
Ultra respondió que sus planes de perforación cambiaron debido a la caída de los precios y la reducción de su capacidad de financiamiento y que atrasó o canceló los proyectos en ciertos pozos en favor de emplazamientos más rentables.

Finalmente, la compañía accedió a una breve revisión de sus registros de reservas de 2011, algo que fue revelado en una nota en su informe anual de 2015, después de que la agencia terminase la revisión en febrero. En el mismo informe, Ultra eliminó todas las reservas sin explotar por incertidumbre sobre el financiamiento.

A mediados de marzo, las cartas se hicieron públicas. Entonces, las acciones de la compañía habían caído a 58 centavos y los bonos emitidos en los dos años anteriores se estaban vendiendo por 8 centavos, pero los precios se recuperaron. Sandi Kraemer, directora de Relaciones con Inversores de Ultra, no ha hecho declaraciones, al igual que la portavoz Judith Burns.

Por otro lado, hubo más compañías que fueron objeto de investigación. Una de ellas es la corporación Goodrich Petroleum, la cual, según las cartas de la agencia, perforó únicamente un 4 % de sus reservas sin explotar cada año, un ritmo más lento de lo que era necesario para cumplir la ley de los cinco años. Otra es Linn Energy LLC, que al finalizar 2014 mantuvo en sus libros reservas sin explotar, incluso tras haber recortado en un 61 % los presupuestos para perforaciones. Ambas compañías se han declarado en quiebra en los últimos meses, con una deuda de 8100 millones de dólares. Ninguna ha querido hacer declaraciones al respecto.

Para muchas compañías perforadoras, "los planes de explotación no eran realistas", afirmó Julie Hannink, jefa de investigación energética de la asesoría neoyorquina CFRA.

Quiebras al alza
 
La corporación Penn Virginia, en la que el multimillonario George Soros había realizado inversiones, registró pozos "de papel" en prospecciones de gas natural en terrenos que no fueron perforados en años, según cartas de la agencia. En abril de 2015, esta notificó a la compañía que sus actividades de perforación habían fracasado en el cumplimiento de la ley de los cinco años, a lo que la compañía respondió que tuvo que cambiar sus planes con la caída de los precios.

Sin embargo, esto no es lo que los ejecutivos comunicaron a los inversores. H. Baird Whitehead, director ejecutivo de Penn Virginia, dijo en una llamada en noviembre de 2012 que la compañía no reanudaría las perforaciones de gas casi bajo ninguna circunstancia. Aún así, cuando archivó su informe con la agencia tres meses después, las prospecciones representaban más de un 40 % de las reservas.

En una llamada en abril de 2013, Whitehead dijo: "No está entre nuestros planes perforar pozos de gas natural". Aún así, estos pozos sin explotar comprendían el 19 % de las reservas de la compañía al final de ese año. Patrick Scanlan, portavoz de Penn Virginia, no quiso hacer declaraciones. Según ha afirmado una persona cercana a Whitehead, la compañía intentó seguir la norma de los cinco años establecida por la agencia reguladora.
Este año, Penn Virginia eliminó la mayoría de sus reservas sin explotar, declarándose en quiebra el 12 de mayo con una deuda de 1200 millones de dólares. Los documentos muestran que Soros vendió sus seis millones de acciones en el primer cuatrimestre.

Traducción del artículo "Why Billions in Proven Shale Oil Reserves Suddenly Became Unproven", publicado en Bloomber el 15 de junio de 2016