miércoles, 11 de marzo de 2015

Normas inútiles sobre fracking en la UE amenazan a los ciudadanos y al medio ambiente


Un nuevo informe de la Comisión Europea ha revelado por primera vez las alarmantes disparidades a lo largo de la UE en el modo en que sus normas de seguridad sobre la extracción del gas de esquisto son implementadas, planteando serias dudas acerca de su continua insistencia sobre un enfoque no vinculante hacia la regulación. 
 

El informe, difundido el viernes 27 de febrero, ilustra el grado de desarrollo de la industria del gas de esquisto en los estados miembros, así como también la medida en que se cumplen las recomendaciones de seguridad de la Comisión. Este es el primer informe desde que las recomendaciones fueron publicadas en enero de 2014.
Antoine Simon, activista de la campaña contra el gas de esquisto de Friends of the Earth Europe, afirmó "La lectura del estado de situación en toda Europa resulta alarmante los países pueden elegir qué estándares de seguridad del fracking quieren implementar, burlándose del enfoque voluntario de la Comisión. Esto está colocando a zonas residenciales y regiones propensas a inundarse en serio peligro."
Considerando las respuestas proporcionadas por los11 países que declararon oficialmente su intención de desarrollar el gas de esquisto [1], existe una total falta de consenso sobre el modo en que son implementados los estándares fundamentales de seguridad:
No existen restricciones para el desarrollo del fracking en zonas residenciales en Hungría o Rumania, y solo son parciales en el Reino Unido, Austria, España y en Dinamarca.
En el Reino Unido, Hungría, Austria, Polonia, Rumania y Lituania no existen restricciones para el desarrollo en áreas propensas a inundaciones y hay restricciones parciales en Dinamarca y España.
Los parques nacionales y otras áreas protegidas no gozan de protección en Hungría y Rumania, y solo están parcialmente protegidas en Dinamarca y España. 
 
Esto continúa siendo una imagen parcial del panorama general. Alemania, Francia, Irlanda y Suecia, todos países que previamente han otorgado licencias de exploración para el gas de esquisto, no han respondido. 
 
Los países también podían elegir responder a preguntas específicas de manera vaga, o brindar respuestas altamente cuestionables. Reino Unido, Polonia, Rumania y Austria todos señalaron por ejemplo que se han realizado consultas eficaces y a largo plazo sobre las consecuencias del desarrollo del gas de esquisto en el ambiente, a pesar de que existe evidencia sustancial que demuestra lo contrario.
Mientras tanto, Dinamarca, Hungría, Países Bajos, Reino Unido, Polonia y Austria señalaron que tienen capacidad para tratar los residuos del fracking, a pesar de recientes advertencias de los científicos acerca de que no existe una solución satisfactoria para dichos residuos. Friends of the Earth Europe considera que incluso las normas obligatorias no serán suficientes: esta es la razón por la que se requiere una prohibición absoluta. 
 
Antoine Simon continuó: "Es hora de que la Comisión Europea se de cuenta de que las normas de seguridad no vinculantes para el gas de esquisto son un fracaso. El actual sistema solo tiene de 'regulatorio’ el nombre: no existe obligación de rendir cuentas, no hay armonía entre los distintos estados miembros, y desafortunadamente, no hay señales de que se vayan a producir cambios pronto."
En agosto de 2015, la Comisión Europea dará a conocer su evaluación del panorama del fracking en toda la UE, y abre puertas a la aplicación de estándares de seguridad legalmente vinculantes para el desarrollo del gas de esquisto si se decide que el actual sistema ha sido insuficiente. Sin embargo, el hecho de que la industria haya capturado el debate político parece impedir cualquier ambición de la Comisión Europea [2]. Friends of the Earth Europe está convocando a la Comisión Europea a colocar los intereses de sus ciudadanos y al ambiente por encima de la industria del fracking y prohibir esta práctica peligrosa por completo. 
 
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[1] Alemania, Dinamarca, Hungría, Países Bajos, España, Reino Unido, Lituania, Polonia, Rumania, Austria y Portugal, todos han confirmado su intención de desarrollar sus industrias de gas de esquisto. Alemania se ha negado a hacer comentarios.

[2] DG Research recientemente ha financiado proyectos por 12 millones de euros en la industria del fracking, la semana pasada se produjo el lanzamiento de un grupo de expertos favorable a la industria del fracking por el Consejo de investigación conjunto con solo seis representantes de la sociedad civil en un campo contrario totalmente dominado por la industria.

Traducción del artículo "Toothless EU fracking regulations threaten citizens and environment" publicado el 2 de marzo por Friends of the Earth Europe