El
uso del carbón para generar energía y para otros usos creció un 3%
en 2013 – más rápido que cualquier otro combustible fósil.
Europa
está entre las regiones que más usan el carbón, con las
importaciones desde EEUU alcanzando la producción local – como
muestra la mina ucraniana Zasyadko. Fotografía: Viktor
Drachev/AFP/Getty Images
Las
cifras revelan que el carbón ha alcanzado su máxima participación
en el consumo global de energía desde hace más de 40 años, a pesar
del temor a que sus altas emisiones de carbono lo conviertan en una
de las causas principales del cambio climático.
El
uso de carbón para generar energía y para otros propósitos creció
un 3% en 2013 – más rápido que cualquier otro combustible fósil-
mientras que su participación en el mercado alcanzaba el 30% por
primera vez desde 1970, según cifras del Informe Estadístico de BP.
Los
datos fueron publicados cuando el Profesor Nick Stern, autor del
influyente artículo sobre el cambio climático The Stern Review,
dijo que sus últimos descubrimientos indicaban los riesgos
económicos del cambio climático eran mayores que los estimados
anteriormente.
Europa
se encuentra entre las regiones que utilizan más carbón,
incrementando las importaciones desde EEUU, donde el carbón ha sido
sustituido en las centrales eléctricas por el aún más barato gas
de esquisto. Pero algunos países en vías de desarrollo como China o
India también son consumidores de carbón, aunque BP señaló que el
crecimiento global de energía en China disminuyó del 8,4% en 2012
al 4,7% el año pasado.
Christof
Ruhl, economista jefe de BP y autor de las estadísticas, dijo que
esta “dramática desaceleración” cuestionaba los datos oficiales
de crecimiento económico de China del 7,7% para 2013.
La
veracidad de las estadísticas económicas de China ha sido desde
hace mucho tiempo objeto de debate pero pocos están dispuestos a
desafiarla por temor a molestar a tan importante potencia emergente.
“No
es fácil conciliar la caída en las cifras del crecimiento de la
energía con las cifras oficiales [del producto interior bruto]…
puedes sacar tus propias conclusiones de esto,” decía Ruhl.
Las
estadísticas de BP muestran que el uso de parques eólicos para
generar electricidad aumentó un 21% el pasado año mientras que la
energía solar creció aún más rápido, un 33%, pero desde un punto
de partida más bajo.
El
petróleo, una de las principales sustancias contaminantes de carbono
que tiene un importante papel en el transporte y manufactura de
productos químicos y plásticos, permaneció líder mundial de
combustible, con un 33% del consumo global de energía. Sin embargo,
perdió participación en el mercado por decimocuarto año
consecutivo y el 33% la cuota de participación más baja desde que
BP empezara a recopilar datos en 1965.
El
artículo de Stern, presidente del Instituto de Investigación del
Cambio Climático Grantham y de la Real Academia de humanidades y
ciencias sociales, y Simon Dietzan, profesor asociado de política
medioambiental en la Escuela de Económicas y Ciencias Políticas de
Londres, advierte que el nivel de vida podría empezar a disminuir a
finales de este siglo a menos que pare el crecimiento anual en las
emisiones de gases de efecto invernadero.
En
un artículo examinado por otros científicos que se publicará en el
Economic Journal, Stern ha actualizado los modelos previos para
evaluar el impacto económico del calentamiento global que han sido
utilizados por el Comité intergubernamental de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (IPCC).
Stern
dijo: “Es extremadamente importante entender las severas
limitaciones de los modelos económicos estándar, como los citados
en el informe del IPCC, que han formulado hipótesis que simplemente
no reflejan ningún conocimiento actual sobre el cambio climático y
sus posibles impactos en la economía.
“Espero
que nuestro artículo dé pie a otros economistas a esforzarse por
buscar otros modelos mejores que ayuden a los responsables políticos
y al público a reconocer la inmensidad de los riesgos potenciales de
los riesgos del cambio climático no controlado.
“Los
modelos que asumen que los daños catastróficos no son posibles no
tienen en cuenta la magnitud de los problemas y las implicaciones de
la ciencia”.
Traducción del artículo "Coal's share of energy market at highest level since 1970"
publicado en The Guardian el 16 de junio de 2014