viernes, 16 de mayo de 2014

Los promotores del fracking encuentran consuelo en la sedienta España


Hace unos pocos años, el fracking en España parecía tan probable como el toreo en Gran Bretaña.

En estos días, compañías de energía de Texas, Canadá e Irlanda están persiguiendo permisos de exploración con la esperanza de capitalizar la geología que indica que España tiene una parte considerable de los 883 billones de pies cúbicos [1 pie3 = 0,028 m3] de gas de esquisto que se estiman situados debajo de Europa.

¿Qué ha cambiado? Una economía estancada por un lado – la industria energética estima que el fracking podría crear eventualmente decenas de miles de trabajos en una nación con una tasa de desempleo del 26%. Abrir los depósitos de gas debería aliviar lo que pagan los consumidores por el combustible de calefacción. Éste cuesta alrededor del triple del precio en los EE.UU.

Igualmente importante, el gobierno nacional, con la economía en mente, tomó una postura favorable al fracking incluso si las autoridades regionales y locales endurecieron la extendida oposición generalizada europea medioambiental en relación a cualquier tipo de desarrollo del petróleo o el gas.

En diciembre, dos años después de la destitución de los socialistas, el Parlamento liderado por el Partido Popular cambió una ley para promover la exploración del shale con nuevas garantías medioambientales. Desde entonces, el gobierno del PP buscó la aprobación del Tribunal Supremo para arrebatar el control sobre el uso del suelo a las autoridades regionales que intentan bloquear el fracking. Y se mantuvo intacta una exención tributaria para las compañias que exploran, que se establecieron en los últimos años de la dictadura en los años setenta.

“España es uno de los pocos países en Europa con buena acogida al gas no convencional”, dijo George Yates petrolero de tercera generación, un nativo de Nuevo México que trabajó en proyectos de exploración en Europa durante cerca de dos décadas. “Y es un territorio infra-explorado” de roca de esquisto.


Las posiciones en torno al fracking

Europa está dividida en diferentes grupos en relación fracking. Por un lado, están los gobiernos de tendencia principalmente conservadora como son los de Reino Unido, Polonia y España que cortejan a los exploradores del shale gas. Por el otro, están aquellos que los han prohibido como Francia. Alemania por su parte, temporalmente no permitirá los químicos tóxicos mezclados en el agua del fracking.


Esto no significa que no haya obstáculos en España.

España nunca ha tenido un gran descubrimiento de petróleo – una gran esperanza, a aguas profundas frente a sus Islas Canarias, fue bloqueada desde 2001 bajo la implacable oposición verde y las prolongadas críticas del gobierno. España es además la nación con más problemas de agua de Europa. El fracking es un método de perforación intensivo en agua que puede consumir de 2 a 4 millones de galones de agua por pozo [1 galón = 4,55 litros].

Shale Gas España, un lobby para compañias promotoras del fracking en España, ha dicho que parte del agua puede ser tratada y reusada.

“La industria no está tomando en cuenta el posible daño medioambiental o el coste de las limpiezas”, afirmó Julio Barea, jefe de campañas para Greenpeace España. “Dadas las circunstancias del país, no pienso que se vaya a dar el fracking”.


Via libre a los proyectos

Las primeras perforaciones están al menos a un año de poder realizarse, puesto que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente tiene aún que autorizar cualquier proyecto de fracking después de estudiar sus efectos potenciales sobre el suelo, el aire o el agua. BNK Petroleum Ltd. está apunto de entregar los estudios de siete futuros pozos cerca de Burgos y no espera que su perforación se lleve a cabo durante al menos un año, según una portavoz.

Esto ocurre en medio de una continua presión contra el fracking por parte de algunos residentes y grupos medioambientales y a la sombrea de las elecciones generales de 2015, que pondrán a prueba si la coalición pro-fracking del país tiene poder de permanencia. 


El tour vasco

Nada de esto desalienta a Yates, presidente del Grupo Energético con base en Dallas Heyco. Un día de invierno de 2006, Yates hizo un recorrido por el norte del País Vasco con el jefe de la empresa de exploración del Gobierno Vasco para discutir sobre la posible extracción de gas. Al final del día se estrechó un acuerdo. Después de siete años de pruebas y búsqueda de autorización, Yates dijo que el proyecto está “a un año de la perforación, dependiendo de lo rápido que se mueva el gobierno”.

La mayor parte de los exploradores que trabajan en España tienen apoyo de o son propiedad extranjera. Esto incluye R2 Energy Ltd.  y BNK,de Canadá, la respaldada por George Soros (SLE) San Leon Energy Plc en Dublín y una unidad de capital cerrado de True Oil LLC de Wyoming.

“Tienen experiencia fuera de España en la exploración no convencional y su interés es claro”, dijo Juan Klimowitz, gerente general de la consultora de exploración Gessal en Madrid.

Los gobiernos central y regional han aprobado unos 70 permisos de exploración de petróleo y gas y casi 60 están pendientes de decisión. Klimowitz calcula que las empresas de fracking poseen alrededor de tres cuartas partes de los cerca de 50 permisos tierra adentro en el norte del país, donde se encuentra la mayor parte del gas estimado y de la oposición. Las licencias han crecido un 80 por ciento en cinco años.

“Las nuevas son casi todas para el gas shale”, dijo Isaac Álvarez, un consultor industrial y antiguo jefe de exploración y producción en Repsol SA (REP), el gigante del petróleo español. "España tiene un tratamiento fiscal muy atractivo y una infraestructura bien desarrollada para el gas. Además, la energía aquí cuesta mucho.”

El gobierno central de España “está a favor de la exploración”, dijo Clara Vilar, una portavoz del Ministerio de Industria, el cual autoriza los permisos. El fracking se está regulando “por lo que la exploración e investigación están hechas con todas las garantías posibles y bajo la ley”. Considerando que España importa más del 99 por ciento de su gas natural, “lo que el gobierno está tratando de hacer es al menos ver qué tipo de recursos tiene el país”.

Álvarez, quien da clases en universidades sobre fracking, dice que espera que estos argumentos sean persuasivos. La opinión prevalente entre muchos políticos españoles, tanto del Partido Popular como del Socialista, es que la mayor parte de los votantes permanece cauteloso acerca del fracking, por lo tanto, los políticos también quieren ser vistos como escépticos.

“Lo que está realmente claro es que los políticos están bastante asustados de la presión que los grupos ecologistas pueden organizar”, dijo. Al mismo tiempo, “sienten el alto desempleo y ven la economía estancada”.

Traducción del artículo "Foreign Frackers Now Find Comfort in Water-Hungry Spain" publicado en Bloomberg por Nicke Leiber y Todd White el 3 de abril de 2014