Según un reportaje periodístico, los políticos de medio ambiente
de la Unión y del SPD han acordado la suspensión provisional de la
controvertida técnica de fracturación hidráulica, también
conocida como fracking.
En
el documento también se recoge el deseo de prohibir de forma
permanente el uso de productos químicos nocivos durante el fracking.
No obstante, la comisión especial de energía aún
debe aprobar esta propuesta.
El
gobierno cesante de CDU y FDP había acordado en mayo un proyecto de
ley que aprobaba en principio la técnica del fracking,
si bien establecía unas condiciones muy estrictas para la
explotación. Sin embargo, el
Sachverständigenrat für Umweltfragen o
SRU (Consejo asesor alemán sobre medio
ambiente) no ve en esta técnica ningún potencial significativo para
reducir los gastos de energía en Alemania o aumentar la seguridad
del abastecimiento.
Durante
el fracking,
se inyecta en el suelo una mezcla de agua, arena y productos químicos
a alta presión para fracturar la roca y extraer el gas que se
libera. En Estados Unidos, este método
protagoniza actualmente un auténtico boom
del gas. Sin embargo, en Alemania hay
protestas contra los planes existentes al respecto. La
preocupación principal de ciudadanos y defensores del medio ambiente
son las aguas subterráneas, que se verían amenazadas si los
productos químicos llegaran a filtrarse.