(Traducción del artículo "New Fracking Report Finds High Levels of Water Consumption and Waste Generation", publicado por Earthworks el 30 de octubre de 2013).
El
análisis de los datos revela el incumplimiento de la promesa de
reciclar agua, y lagunas en los informes industriales y de los
organismos estatales.
Hoy
se ha publicado un informe que facilita la más reciente y exhaustiva
investigación sobre el uso de agua y los residuos generados por las
operaciones de extracción de gas de Marcellus Shale en Virginia
Occidental y Pennsylvania. Basado en datos del estado y de la
industria, el informe revela que los volúmenes de agua consumida y
residual son motivo de preocupación, y que los poco rigurosos
informes industriales no permiten conocer el verdadero alcance del
problema.
El
llamado “Informe sobre los recursos del agua y la huella hídrica
de la explotación Marcellus Shale en Virginia Occidental y
Pennsylvania” fue escrito conjuntamente por Evan Hansen,
presidente; Meghan Betcher, científico medioambiental, de la empresa
de análisis medioambientales Downstream Strategies; y Dustin
Mulvaney, profesor agregado de Recursos Energéticos Sostenibles de
la Universidad del Estado de San José. El informe fue desarrollado
en colaboración con Earthworks y financiado por una subvención
suiza a la Red de Investigación. El informe completo está
disponible en http://bit.ly/MarcellusWaterUse.
Entre
los principales resultados del informe se encuentra que más del 90 %
del agua inyectada bajo tierra para fracturar los pozos de gas nunca
vuelve a la superficie, lo que quiere decir que queda definitivamente
eliminada del ciclo del agua. Esto podría tener enormes
repercusiones en estados que sufren escasez de agua. También
encontramos que el 80 % del agua usada en el Fracking en Virginia
Occidental proviene de ríos y arroyos. El líquido que vuelve a
fluir para ser reutilizado y reciclado representa solo el 8% del agua
de reciente uso en Virginia Occidental y el 14% en la cuenca del río
Susquehanna en Pennsylvania, y es muy poco probable que suponga una
solución a la creciente demanda de agua en la industria. A la vez
que se expande la industria, el volumen de residuos generados también
aumenta rápidamente. Entre 2010 y 2011, subió un 70% en
Pennsylvania, hasta alcanzar más de 610 millones de galones (más de
2.300 millones de litros). El uso de agua por unidad de energía (a
menudo denominada “huella hídrica azul”, en referencia a las
aguas de ríos, lagos y acuíferos) es mayor de lo estimado en la
investigación anterior, a pesar de que este estudio empleó una más
estricta definición del uso del agua. Mientras que los estudios
previos tenían en cuenta toda el agua extraída por unidad de
energía, el nuevo solo ha tenido en cuenta el agua que se pierde
definitivamente del ciclo del agua. Los estados ya han tomado medidas
para recopilar información sobre las extracciones de agua, sobre la
inyección de líquido y sobre la eliminación de residuos. Pero el
informe continúa estando incompleto. Los operadores a veces
proporcionan datos erróneos y los propios datos no siempre es fácil
que se encuentren disponibles para el público.
“El
uso del agua y la contaminación se encuentran entre los aspectos más
urgentes y controvertidos del gas de esquisto y de la explotación de
petróleo”, dice Evan Hansen, de Downstream Strategies. “La
industria y los encargados de diseñar las políticas al respecto
deben tomar en cuenta esta información para evitar que se
intensifiquen los problemas de agua y residuales”.
“Nuestro
análisis de los datos disponibles y la identificación de los datos
que faltan nos indican que, incluso con los requisitos exigidos en el
nuevo informe, todavía no conocemos la verdadera magnitud del
impacto sobre los recursos hídricos”, dice Dustin Mulvaney de la
Universidad de San José. “Los estados deberían exigir a los
operadores hacer un seguimiento y un informe sobre el agua y los
residuos en cada etapa, desde la construcción de la plataforma del
pozo hasta la fracturación y la eliminación de residuos.”
“Queda
claro con este informe que el Fracking usa y seguirá usando
considerables recursos hídricos, a pesar de que la industria afirme
lo contrario,” dice Bruce Baizel, director del programa energético
de Earthworks. “Esto significa que es necesaria una mayor
supervisión pública sobre el Fracking, y también un debate más
intenso sobre cuánta agua estamos dispuestos a gastar en beneficio
del Fracking.”
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Downstream
Strategies combina unos sólidos conocimientos interdisciplinares con
el íntimo convencimiento de la importancia que tiene proteger el
medio ambiente y relacionar el desarrollo económico con la gestión
de los recursos naturales.
Dustin
Mulvaney es profesor agregado de Energía Sostenible en la
universidad del estado de San José y director de EcoShift,
especializado en análisis del ciclo vital y otras soluciones para la
sostenibilidad.
Durante
25 años, Earthworks se ha dedicado a proteger a la sociedad y al
medio ambiente del impacto del irresponsable desarrollo mineral y
energético mientras busca unas soluciones sostenibles.
Traducido por Angel Bernabé Muñoz, miembro de Traductores/as en Acción, la red de traductores/as e intérpretes voluntarios/as de Ecologistas en Acción.
Traducido por Angel Bernabé Muñoz, miembro de Traductores/as en Acción, la red de traductores/as e intérpretes voluntarios/as de Ecologistas en Acción.