martes, 19 de febrero de 2013

¿Fue orquestada la bajada de precios del gas natural?

Deborah Rogers, del EnergyPolicyForum publica un informe demoledor sobre la burbuja del gas de esquisto, llamado "Was the decline in natural gas prices orchestrated?"

Resumen

En el año 2011, el volumen de fusiones y adquisiciones de empresas explotadoras de gas de esquisto ascendió a 46.500 millones de dólares estadounidenses y se convirtió en uno de los más importantes centros de beneficios para algunos de los bancos de inversión de Wall Street. Esta anomalía merece ser tenida en cuenta, dado que, en aquel momento, la rentabilidad en dólares de los pozos de gas de esquisto era muy inferior a las expectativas. No obstante, analistas y bancos de inversión estaban entre los más firmes partidarios de la explotación de este recurso. Al hacer que la producción continuara a un ritmo frenético, a pesar del escaso rendimiento (en dólares), se produjo un exceso de oferta en el mercado del gas natural y los precios alcanzaron nuevos mínimos. En 2011, la oferta de gas natural era en los Estados Unidos cuatro veces superior a la demanda.




Es altamente improbable que los banqueros que operaban en este sector no fueran conscientes de que la superproducción de gas natural daría lugar a un exceso de oferta con el consiguiente descenso de los precios. Sin embargo, este descenso de los precios abrió la puerta a un gran volumen de transacciones por un valor de varios miles de millones de dólares y, por ende, proporcionó abultadas ganancias a los bancos de inversión. De hecho, a partir de 1010, las empresas explotadoras de gas de esquisto se convirtieron en uno de los principales centros de beneficios para estos bancos, a través de sus carteras de fusiones y adquisiciones de empresas energéticas. El exceso de oferta registrado recientemente en el mercado del gas mnatural se debió en gran medida a la superproducción de este gas que tenía como finalidad cumplir los objetivos de producción de los analistas financieros y proporcionar un margen bruto de autofinanciación que permitiera mantener las imprudentes posiciones de apalancamiento de los operadores.


Al producirse el hundimiento de los precios, Wall Street comenzó a realizar operaciones para desviar los activos de las problemáticas empresas explotadoras de gas de esquisto de los principales actores del sector. Estas operaciones se deterioraron a los pocos meses, provocando una depreciación masiva de estos activos. Además, los bancos desempeñaron un papel decisivo en el diseño de complicados productos financieros, como por ejemplo, los pagos vinculados a la producción volumétrica (VPP, por sus siglas en inglés); y pese a la evidente carencia de conocimientos profundos de muchos de estos inversores sobre las complejidades y los riesgos de la producción de gas de esquisto, dichos productos se vendieron posteriormente a inversores como los fondos de pensiones. Además, las operaciones de leasing se agrupaban y giraban en torno a yacimientos de esquisto no probados, de manera muy similar al modo en que se agruparon y vendieron los valores con respaldo hipotecario basados en activos hipotecarios de seguridad discutible antes del inicio de la recesión económica en 2007.


Tal como se documenta en el presente informe, la información independiente publicada más recientemente sobre el funcionamiento del mercado delesquisto en los Estados Unidos confirma los siguientes hechos:


* Wall Street promovió una actividad frenética de perforación de gas de esquisto que produjo un descenso de los precios a un nivel inferior al de los costes de producción, y con ello se benefició [enormemente] de las fusiones y adquisiciones y de otros derechos de transacción.


* Los operadores han sobreestimado las reservas estadounidenses de gas de esquisto y de petróleo de esquisto al menos en un 100% y hasta en un 400% o 500% de acuerdo con los datos reales de producción de los pozos facilitados por varios estados.


* Los pozos de petróleo de esquisto están registrando las mismas tasas de descenso observadas en los pozos de gas de esquisto, y la eficiencia de recuperación también es insuficiente.


* El precio del gas natural ha venido reduciéndose debido en gran medida al exceso de producción destinado a cumplir los objetivos de crecimiento de la producción fijados por los analistas financieros para hacer subir el precio de las acciones, sumado y exacerbado por un imprudente nivel de apalancamiento y, por ende, por la necesidad concomitante de producir para hacer frente al servicio de la deuda.


* Debido a los extremados niveles de deuda, es posible que las reservas probadas sin explotar (PUD, por sus siglas en inglés) no cumplan las normas de la SEC en algunas empresas de explotación de esquisto debido a la amenaza de falta de colateral a la que se enfrentan dichas empresas.


* El sector se muestra reticente a realizar nuevas inversiones en esquisto y está abandonando los proyectos de gasoductos, las ofertas públicas iniciales (IPO, por sus siglas en inglés) y los proyectos de empresas conjuntas pese a la retórica pública que proclama que los esquistos son la panacea para la política energética de los Estados Unidos.


* Se está intentando exportar para buscar la convergencia entre los precios en los mercados nacionales e internacionales en un esfuerzo por apuntalar los debilitados balances de las inversiones en activos de esquisto.


Es imprescindible realizar un examen exhaustivo e independiente de las reservas de esquisto para evaluar el valor real de estos activos, en particular dado que se está aplicando a nivel estatal y nacional una política basada en previsiones de producción claramente optimistas (y, por ende, poco realistas) y en pozos cuyo rendimiento está muy por debajo de las previsiones iniciales.