Allí donde hay instalaciones de explotación de petróleo y gas con frecuencia surgen problemas de salud.
Para
muchas personas que viven en los Estados Unidos esta afirmación
refleja una dolorosa realidad que se viene produciendo desde hace
tiempo. Ahora que las perforaciones proliferan y llegan a mas
lugares, dicha afirmación resuena en nuevas comunidades. Según se
desprende del creciente número de historias narradas por ciudadanos
de todo el país en conferencias organizadas por el mundo académico
y las instituciones públicas, se están estableciendo lentamente
pero de forma segura conexiones entre los síntomas del estado de
salud y las instalaciones de explotación de gas.
El
proyecto de estudio sobre salud y ensayos ambientales que se describe
en las páginas siguientes se inscribe en el contexto de este proceso
crítico. Entre agosto de 2011 y julio de 2012, el proyecto OGAP (Oil
& Gas Accountability Project) de Earthworks ha investigado el
alcance, los tipos y las posibles causas de los síntomas
experimentados por las personas que viven en zonas de Pensilvania en
las que existen instalaciones de gas.
Las
conclusiones del estudio contrastan fuertemente con las declaraciones
hechas frecuentemente por los representantes de la industria y por
los responsables de la formulación de políticas que pretenden
expandir las perforaciones en las que se rechazan las posibles
repercusiones para la salud y los casos de personas afectadas se
consideran meras anécdotas personales e incidentes aislados. A
menudo se explica a las personas directamente afectadas que lo que
experimentan es un síntoma aleatorio que cabe atribuir a otras
fuentes, como el tráfico, los estilos de vida, el historial clínico
familiar o los productos de uso doméstico.
Sabemos
que el sector del petróleo y el gas emplea sustancias tóxicas
perjudiciales para la salud humana. Por ejemplo, de los cerca de 300
compuestos que se usan en la tecnología de la fractura hidráulica
utilizada para extraer gas, 65 están incluidos en la lista de
sustancias peligrosas del Gobierno Federal y generan un potencial
real de efectos negativos para la salud en cualquier zona en la que
exista una instalación de explotación de gas. Si bien se han
establecido vinculaciones científicas generales en relación con los
efectos de la exposición a dichas sustancias, la investigación
sobre la relación directa entre los problemas de salud y las
actividades de explotación del petróleo y el gas son limitadas y no
existe unanimidad en sus conclusiones.
Aunque
el conocimiento del impacto de estas prácticas evoluciona con
lentitud, la extracción y producción de petróleo y gas aumenta a
un ritmo acelerado, lo que permite a la industria hacer uso de
tecnologías todavía emergentes sin comprobar primero su seguridad.
Las normativas nacionales siguen siendo demasiado laxas y obsoletas
para poder prevenir las repercusiones del actual desarrollo
energético y los organismos reguladores son a menudo incapaces de
ejercer su facultades de supervisión y aplicación de la ley, que
son tan necesarias para proteger la calidad del aire y el agua y, por
ende, la salud y las comunidades. A las consecuencias de esta
situación vienen a sumarse las exenciones especiales previstas en
las disposiciones de la legislación nacional básica en materia de
medio ambiente, las cuales permiten al sector ocultar información
clave y proseguir sus peligrosas prácticas.
El
resultado general es que la carga de la prueba sigue recayendo
principalmente en las propias personas y comunidades afectadas. Las
empresas pueden continuar eludiendo su responsabilidad y quitando
importancia a las inquietudes relacionadas con la salud. Los
responsables de la adopción de decisiones pueden seguir ignorando la
necesidad de reconocer los perjuicios y pedir responsabilidades a las
empresas.
Sin
embargo, las realidades, como las que se describen en el informe,
también pueden documentarse y, cuando estén documentadas, nadie
puede negarlas. Cuando muchas personas en muchos lugares en los que
existen instalaciones de explotación de gas se quejan de los mismos
problemas de salud, es evidente que algo va mal. Earthworks considera
que cuando se plantean problemas de salud es necesario adoptar
medidas para resolverlos y prevenirlos.